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Los periodistas están tomando las riendas del negocio. Mientras la industria tradicional se apoltrona en una crisis múltiple (coyuntural, tecnológica y de modelo, además de dar síntomas de pérdida de credibilidad por la caída constante de las audiencias), profesionales de la información ponen en marcha proyectos periodísticos con más ilusión que presupuesto. Víctimas de ERE y prejubilaciones forzosas o descontentos con el periodismo de los grandes grupos aprovechan las facilidades tecnológicas y cubren temáticas desatendidas por la falta de fuerza laboral.

España 2012: 1.667 puestos de trabajo destruidos en el sector de los medios de comunicación en el último año. Cierra Público con 164 empleados, ADN baja la persiana con60, Unidad Editorial prepara alrededor de 200 bajas en El Mundo, el grupo Prisa espera concluir su Plan de Eficiencia Operativa con el recorte de 448 puestos en el primer trimestre del año, varios grupos de comunicación rozan la quiebra y los rumores de recortes ensombrecen las empresas públicas. Al tiempo, los veteranos se acogen a bajas incentivadas o son forzados a prejubilarse y los becarios trabajan a destajo para suplir la falta de personal.

España 2012: nace Eldiario.es, Yorokobu se hace también de papel, Jot Down Magazinesorprende con textos de exquisita redacción y un diseño cuidado, Pedro Armestre publica su primer libro gracias al crowdfunding, técnica que también emplean los integrantes de la webdocumentary Hellas Hell, y un grupo de recién licenciados valencianos saca al mercado la revista para tabletas Vis-à-Vis, cuyo primer número descargan 42.000 personas. Al tiempo,Periodismo Humano, FronteraD y Panenka, entre otros muchos nuevos medios, se afianzan en número de lectores aunque todavía no hayan dado con el Santo Grial de la rentabilidad.

Los medios no encuentran la manera de hacer sostenible un producto que pierde al año un 30% de publicidad, todavía su principal entrada de liquidez, aunque busquen otras vías de ingresos sin dar con la que engrasa el mecanismo. Las estructuras tiemblan pero el consumo se robustece (la lectura de noticias a través de teléfono móvil creció en España un 127% en 2012, en datos de ComScore), según constata el Informe sobre el Estado de los Medios 2012 del Pew Research Center for Excellent in Journalism. "Las noticias se están convirtiendo en un elemento cada vez más importante en la vida de las personas, pero aún sigue sin estar claro quién va a beneficiarse de esta mayor demanda ", se lee en el mismo.

"La industria puede estar fallando, las noticias no". La aseveración es de Jeff Jarvis, renombrado gurú de los medios y director del Centro de Periodismo Emprendedor de la Universidad de Nueva York.Devoto de la Red, donde vislumbra una clara oportunidad para las empresas periodísticas "más pequeñas y eficientes, especializadas y abiertas a la participación", dice que el objetivo no es preservar el viejo modelo, "sino encontrar, experimentar y aprender los nuevos".

Jarvis se calza el viejo aforismo:crisis es sinónimo deoportunidad. El mensaje, pese al desánimo reinante, disfruta de un buen número de acólitos. Gumersindo Lafuente también tiene puesto el ojo en la Red. "La industria digital se ha revelado como el sistema de comunicación, también periodístico, más pujante de la historia de la humanidad", señala el responsable de la estrategia digital de El País. "Otra cosa es que el sector de los medioshaya quedado obsoleto y casi al margen de la revolución tecnológica", apunta. "Por eso, hay una oportunidad para el periodismo más puro, crítico y comprometido con los ciudadanos", asegura el fundador del desaparecido Soitu.es, "la esencia del oficio, que desvestida de compromisos y cargas industriales insoportables, busca una reinvención en la Red". "Es unaaventura, pero eso lo hace interesante", exhorta.

El emprendedor se hace

"Esta es una época fascinante para los profesionales, que pueden participar en la reinvención del periodismo en la era digital", estimula Rosental Calmon Alves, director del King Center for Journalism in the Americas, en un mensaje que acalla llantinas. "Los mass media son un invento de la industria, de sus medios de producción y distribución. Siempre existirá consumo de masas de películas y música, que serán cada vez menos y más difíciles de producir. Cada quien puede montar un medio ahora", insiste Jarvis. ¿Cualquiera? "No todos pueden o deben, pero sí todos deberían conocer más sobre el negocio del periodismo para saber cómo conservarlo", aclara, "por eso empecé a dar clases de empresa periodística".

La Universidad Camilo José Cela echa a andar en octubre próximo el primer postgrado de España "orientado a fomentar la actitud emprendedora entre los periodistas", en palabras de su subdirectora, Bárbara Yuste. La currícula del Máster en Comunicación Digital y Nuevos Medios está integrada por cinco fundadores de medios de comunicación online. "Visto el panorama en las empresas, hay que ofrecer formación ajustada al mercado, alternativas laborales", explica, "por eso enseñamos periodismo y comunicación, importante área de empleo".

A pelo, sin formación específica ni conocimientos previos, un grupo de periodistas funda en 2011 Panenka,una revista deportiva que cuenta historias al margen de agenda. "Hemos dibujado nuestro modelo de negocio a medida que el proyecto ha ido desarrollándose", explica César González, uno de sus impulsores. "Es básico", introduce, "vendemos en la Red, sin intermediarios y controlando nosotros mismos todo el proceso de producción y distribución".

La canción tiene otra letra cuando la interpretan los expertos. "Hay emprendedores que han triunfado sin necesidad de una hoja de ruta, pero los simples mortales necesitamos planificación", dice James Breiner, director del Global Business Journalism de laUniversidad china de Tsinghua. Gumersindo Lafuente concuerda: "Claridad en el modelo de producto, establecer un plan de ingresos acorde con los gastos y que conecte con una audiencia suficiente" son, a su juicio, las tres patas de todo proyecto periodístico. Jarvis resulta más intuitivo y habla de "voluntad de cambio y búsqueda de oportunidades en lo que otros llaman problemas".


Lo que distingue a los nuevos medios de los tradicionales es una variada diversificación de sus fuentes de ingresos. Al otro lado del teléfono en Paris, Pascal Richié, redactor jefe de Rue89.com, cuenta cómo los tres experiodistas de Libération que se unieron para cubrir el vacío de medios digitales de calidad en el país confiaron un 60% de su suerte a la publicidad y el 40% restante a otros canales como consultoría y formación. La idea ronda la cabeza de Alfonso Armada, director adjunto de ABC y asimismo editor de la revista digital FronteraD. "Hay que probar nuevas vías como han hecho y hacen The Clinic en Chile, Etiqueta Negra en Perú, El Malpensante en Colombia: celebrar cursos y eventos, tal vez, algún día, abrir un café-librería-restaurante-quiosco, explorar el abismo y sus afluentes", enumera.

De hobby a negocio

La publicidad no arranca y eso obliga a los aventureros periodísticos a agudizar el ingenio: venta directa, intercambios, pautas comerciales de la industria musical, asociacionismo o filantropía entre otros esquemas. "Como dice la canción de Calle 13: ¡Atrévete!", anima James Breiner. "Haz pruebas, falla y corrige, realiza algunos ajustes a tu producto y pruébalo de nuevo", amplía. Esta es la filosofía de Silicon Valley: prueba y error. "Es mejor hacer algo en lo que crees aunque al final fracase que fracasar por timidez", coincide Gumersindo Lafuente.

Hellas Hell es un documental multimedia, un modelo poco habitual en España que combina fórmulas tradicionales de producción con herramientas digitales. Gabriel Pecot, Romina Peñate y Antonio Rull eligieron el sistema de crowdfunding (microfinanciación colectiva) para sufragar esta producción sobre migrantes, de licencia libre pero que propone pagar una vez visto (pay aftwer view).

La pata comercial

"Los periodistas repelen los términos márketing y comercio y desprecian, por lo general, las estructuras de desarrollo empresarial de los medios", critica Jeff Jarvis. "Si queremos sostener un medio a largo plazo, tenemos que reconocer que el periodismo es un negocio, que alguien tiene que pagar las cuentas", explica James Breiner en Márketing no es una mala palabra, una de las entradas de la web delLaboratorio de Emprendimientos Periodísticos Digitales de laFundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, presidida por Gabriel García Márquez, y que funciona como un programa de asesoría sobre modelos de generación de ingresos, innovación en contenidos, estructuras de funcionamiento, espacios de interacción con los usuarios, estrategias para aprovechar las redes sociales, análisis de audiencias y presencia en nuevas plataformas, entre otros. El programa de la FNPI incorpora cada vez más talleres sobre emprendeduría periodística, muchos de ellos dictados por españoles, entre otros Mario Tascón, Bárbara Yuste, Ana Ormaetxea y Gumersindo Lafuente. Este último lamenta que las legislaciones laboral y fiscal en España entorpezcan el nacimiento de nuevos medios, que funcionen casi sin estructuras físicas y de una manera colaborativa gracias a la tecnología."Y es que el emprendimiento no está normalizado en Europa como la opción laboral más natural", apunta Ana Ormaetxea, cofundadora de Hacks&Hackers Madrid, un foro que pone en contacto a técnicos y narradores para el desarrollo de proyectos online.

Nichos

"Es tiempo para aprovechar un montón de huecos que están quedando desatendidos, en lo global, en lo local, en lo ideológico y en la información de nicho, y se puede hacer desde nuevas plataformas o desde algunas tradicionales que se reencuentren con sus lectores de siempre y sepan enamorar a los nuevos", interpreta Gumersindo Lafuente, una tendencia que sin embargo disgusta al freelance Ander Izaguirre, que así lo escribió en Twitter durante elCongreso de Periodismo Digital de Huesca: "Me inquieta cuando dicen que el futuro pasa por buscarse un nicho".

Más medios y menos 'mass media'

"Hemos pasado de medios de comunicación de masas a una masa de medios", constata Rosental Calmon Alves. Ya en el Informe sobre el Estado de los Medios 2010, el Pew avanzó "un nuevo ecosistema informativo, caracterizado por distintos estilos, una mezcla de periodismo profesional y aficionado y una variedad de modelos de negocio (comercial, sin ánimo de lucro, público y financiado por las universidades), redacciones pequeñas, especializadas y volcadas en alguna forma de periodismo de nicho". En definitiva, aquello que adelantó en 2004 el bestseller We the media, escrito por Dan Gillmor, que define este tiempo como la "edad dorada del periodismo, pero no del periodismo como lo hemos conocido hasta ahora, sino abierto a la participación".

La era de la participación

Escuchar a la audiencia. Este es el primer consejo que ofrecen expertos y emprendedores. Así lo ratifica también Atala Martín, cofundadora de Theranking.com. "En Estados Unidos, existen fórmulas online que generan contenido de nicho a petición del consumidor, los periodistas saben en todo momento la tasa de apertura de la información que generan ad hoc, una fórmula que poco a poco está llegando a Europa con cierto éxito", explica.

La industria de los medios atraviesa una crisis histórica, una debacle que acoquina por el número de empleos destruidos y el cierre de medios, pero los periodistas están decididos a echar el resto para conservar el dorsal del buen periodismo.

Brotes verdes, los hay.

Marta Molina |PR


Imagen: periodistadigital.com
Tras anunciar el cierre de la cabecera del diario ‘Público’, y mantener sólo la edición digital –www.publico.es –, los trabajadores ahora intentan comprar la cabecera.
Los trabajadores a través de las páginas web www.hacefalta.info y www.maspublico.org intentarán crear cooperativas y de esta manera comprar el diario.
La plataforma ‘Más Público’ ya se ha puesto manos a la obra y decidió empezar a recaudar a través de su web 30.000 € para comprar ‘Público’, aunque el administrador concursal ha cifrado la venta en 108.000 €.
“Con esta campaña de cofinanciación colectiva, queremos facilitar que cualquier persona interesada en fomentar un medio de comunicación pueda participar, con cantidades pequeñas o más grandes, en hacer  que la publicación digital publico.es  sea comprada de forma cooperativa para que pueda ser gestionado por lxs trabajadorxs y usuarixs.”, dicen en su web.

España vive un momento crítico y de ese malestar surgió el movimiento Democracia Real Ya que desde la Puerta del Sol ha dado la vuelta al mundo. La situación del periodismo en nuestro país, como en tantos otros lugares, no es una excepción. La crisis ha dejado a miles de periodistas en la calle, los medios cierran sus puertas y los enviados especiales y corresponsales son ya una especie en vías de extinción. Pero hay mucho más problemas más allá de los meros coyunturales: desde hace unos años, en España demasiados medios sirven al poder político, muchos cotizan en bolsa y la información se ha convertido en pura mercancía. La audiencia y los lectores buscan medios alternativos para informarse porque los tradicionales comienzan a perder credibilidad. La corriente de pensamiento único invade la información, que se simplifica y se exagera llevando a la tensión y al sensacionalismo. Además, la saturación informativa está llevando a la desinformación. Como periodistas, pensamos que esta situación debe cambiar por el bien de la profesión y de una ciudadanía que vive en libertad y bajo una democracia desde hace relativamente poco y merece algo mejor.

Aprovechando el calor de la primavera española, un grupo de periodistas “preocupados” pensamos que además de exigir una democracia real y unos partidos políticos sinceros, debíamos pedir también un Periodismo Real Ya. Regresar a aquel periodismo que nos enseñaron en nuestras Universidades. Crítico con los políticos, honesto y veraz, que responda a la responsabilidad pública de informar, educar, además de entretener. ¿Por qué los medios tradicionales pierden credibilidad? ¿Por qué la ciudadanía ya no confía en nosotros? ¿Por qué nos gritaban en la Puerta del Sol, sede de la Spanish Revolution, Televisión manipulación y aplaudían nuestra iniciativa? Nos propusimos entonces hacer una verdadera autocrítica del oficio.

Elaboramos un manifiesto de mínimos, de diez puntos básicos y principales e hicimos un llamamiento a los colegas para que se uniesen a nosotros con el fin de definir y debatir, en algunos casos regresar a los objetivos y a los principios básicos del periodismo. puntos son: no a los contratos basura, no a los despidos masivos, no a los becarios de 35 años, no a los políticos empotrados en los medios, no o al periodismo multitarea a dos duros, copiar, pegar y revender es delito, no a las prejubilaciones, necesitamos maestros, la información no es espectáculo y los informativos no son un circo, no a la extinción del servicio de corresponsalías y enviados especiales, servicio público y sentido de la responsabilidad.

Parece una utopía y posiblemente lo es, pero sin sueños nunca se ha cambiado el mundo y los miembros de Periodismo Real estamos convencidos de que no hay una sociedad digna sin un periodismo digno. Nos preocupa cómo los cambios tecnológicos de nuestra era están transformando el Periodismo, la crisis económica y del modelo de negocio, la pérdida de credibilidad y los cambios demográficos, que están provocando un cambio de paradigma en nuestra profesión. Muchos informadores se sienten perdidos o desencantados con este panorama, las audiencias se fragmentan cada vez más y pierden interés por la información que afecta a sus vidas de forma muy directa. Las antiguas empresas periodísticas se dedican a negocios que no son los suyos, mientras que los medios de comunicación caen en manos de ejecutivos y gerentes que nada saben de lo que significa una noticia ni del compromiso que une al periodista con la ciudadanía, su ética y su código deontológico.

Nosotros creemos que el periodismo sigue teniendo un enorme papel y una gran responsabilidad en la sociedad, que sigue siendo un pilar de la democracia sin el que es impensable el debate público y creemos que tenemos gran parte de culpa de lo que está pasando. Defendemos un periodismo en el que se de prioridad a la información veraz y honesta por encima del infoentretenimiento y por encima del periodismo ciudadano, que sepa seleccionar y elegir en ese ruido de falsas fuentes e informaciones que hay en la red.

Defendemos un periodismo en el que no exista el copiar de Internet, cortar y pegar en nuestros artículos, donde lo que prime no sean los motores de búsqueda de Google ni las páginas más leídas o mas vistas, ni los trending topics. Queremos que primen las historias. Queremos un Periodismo donde hagamos información veraz y crítica y contrastada y no nos limitemos a repetir eslóganes políticos, ni estemos al servicio de los partidos. Donde la información ética recupere su condición de derecho de todos los ciudadanos y no sea una mercancía, no cotice en bolsa ni esté al servicio de los mercados. No nos negamos a divertir, entretener y animar, pero creemos que la información es un bien público, que debe poner encima de la mesa temas relevantes para la comunidad para conformar una verdadera Opinión Pública, y que debe recuperar el sentido de la responsabilidad ante los lectores, sea cual sea el medio.

Defendemos un periodismo que no se olvide de la calidad, en el que no haya prejubilaciones y no se eche a la calle a los maestros. En el que no se despida de forma masiva a los mejores para dar paso a los que menos cobran. Defendemos un periodismo donde se regrese a la calle, a los conflictos y a las guerras para ser testigos de lo que ocurre en el mundo, y que contribuya a una cultura de Paz. Que hagamos un periodismo digno, del nos que nos sintamos orgullosos.

En sólo unos días más de mil personas se han unido a nuestro manifiesto a través de Facebook y nuestra página web que elaboró un compañero muy voluntarioso, a la carrera. Nos sorprendió muy gratamente la acogida, nos lo esperábamos. Creemos que una prueba de que no estamos solos y que somos muchos los periodistas que nos sentimos mal por esta situación. Estamos trabajando en el debate de nuestros diez puntos y estamos elaborando un segundo manifiesto a través de debates públicos en foros de Internet y en un local donde pensamos reunirnos y donde podamos continuar con un debate a largo plazo. Queremos un futuro para el periodismo y que eso implica una profunda y valiente autocrítica, una catarsis que debe empezar por nosotros, los periodistas que queramos trabajar por un Periodismo Real Ya.